"La menopausia conlleva cambios que aumentan el riesgo cardiovascular"
Uno de los cambios más relevantes de la menopausia, y a menudo menos comprendidos, es el aumento de peso con el consecuente riesgo de obesidad. En la menopausia, alrededor del 43% de las mujeres presentan obesidad, con una prevalencia mayor (del 33,7%) en el grupo comprendido entre los 55 y los 60 años.
"La menopausia implica una disminución progresiva de los niveles de estrógenos, lo que afecta directamente al metabolismo. Muchas mujeres notan que, aunque mantengan sus hábitos, comienzan a ganar peso. Se da una redistribución de la grasa corporal: antes se acumulaba en caderas y muslos, y después tiende a concentrarse en el abdomen y la zona visceral, adoptando un patrón de tipo manzana", explica la doctora Luz Marina Márquez, ginecóloga del hospital Ribera Polusa, quien también señala que "este cambio no es solo estético, sino que se asocia con un mayor riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares, diabetes tipo 2 e hipertensión, entre otras".
En la menopausia, alrededor del 43% de las mujeres presentan obesidad, con una prevalencia mayor en el grupo de 55 a 60 años
Anticipación
Las enfermedades cardiovasculares son la primera causa de muerte femenina en España, por delante de patologías como el cáncer. Este dato subraya la importancia de adoptar las medidas preventivas necesarias desde la perimenopausia.
"La redistribución de la grasa corporal y la pérdida de masa muscular son procesos naturales en esta etapa, pero no inevitables ni irreversibles", explica la especialista, quien asegura que "lo importante es entender qué está ocurriendo para actuar desde la información y con acompañamiento profesional".
La doctora Márquez apunta que "la obesidad se desarrolla como resultado de un desequilibrio energético crónico, en el que influyen factores biológicos (genéticos y epigenéticos), demográficos, conductuales, sociales y ambientales, además del envejecimiento, los cambios hormonales y otras patologías asociadas a la menopausia".
Aunque los cambios en la menopausia son parte de un proceso fisiológico natural, y por eso resultan inevitables, sí es posible modular la respuesta del organismo adoptando hábitos saludables que reduzcan su impacto en la salud y en la calidad de vida.
Además de los cambios físicos, la menopausia puede llegar acompañada de alteraciones emocionales como ansiedad, irritabilidad o insomnio. "Muchas mujeres llegan a consulta preocupadas por su peso, pero también por cómo se sienten. Por eso es esencial abordar esta etapa desde una perspectiva integral", señala la doctora Márquez.
Recomendaciones médicas
Esta profesional quiere destacar que "la menopausia no es una enfermedad, sino una etapa natural de la vida. Sin embargo, requiere atención, información y autocuidado. Consultar con profesionales especializados puede marcar la diferencia entre vivirla con malestar o con plenitud. La clave está en no resignarse. Con pequeños cambios sostenidos en el tiempo es posible sentirse bien, prevenir complicaciones y disfrutar de esta nueva etapa vital con energía y confianza".
El abordaje más eficaz para enfrentar los cambios es adoptar un estilo de vida proactivo, que implica lo siguiente:
- Práctica de ejercicio físico regular, especialmente entrenamiento de fuerza, para preservar la masa muscular y mantener el metabolismo activo.
- Gestión del estrés y apoyo emocional, ya que esto ayuda a mejorar la adherencia a los cambios de estilo de vida.
- Una alimentación adaptada a las nuevas necesidades calóricas.
- En general, reducción del consumo de azúcares añadidos, harinas refinadas y ultraprocesados.
MÁS INFORMACIÓN: Hospital Ribera Polusa

