¿Qué le ocurre a O Avó, que llegó a ser el eucalipto más alto de Europa?
El acceso al monumento natural del Souto da Retorta o Eucaliptal de Chavín en Viveiro, que alberga un grupo de eucaliptos singulares por su longevidad y dimensiones, está cerrado por tareas de mantenimiento desde hace diez meses. Allí se encuentra O Avó, el más emblemático de los ejemplares que llegó a ser considerado el eucalipto más alto de Europa, con una envergadura de 71,40 metros en sus mejores años. En mediciones más recientes había mermado, afectado por su propia edad y por enfermedades.
Este espacio junto al río Landro en la parroquia de Chavín fue declarado monumento natural en el año 2000. En el Catálogo Galego de Árboles Senlleiras figuran tanto el Souto da Retorta como formación singular, como el árbol O Avó desde 2007 y 2015, respectivamente. En 2020 la Xunta, encargada de su gestión, aprobaba el plan de conservación del monumento natural, que por otro lado se encuentra parcialmente dentro de los límites de la zona de especial conservación (Zec) Río Landro.
El Souto da Retorta alberga un rodal de eucaliptos de la variedad globulus "de gran singularidade pola lonxevidade e extraordinarias dimensións das súas árbores", con eucaliptos que superan los cien años y constituyen "auténticos monumentos vexetais" que "chegan a acadar probablemente as maiores dimensións desta especie en Europa", según consta en la información oficial del espacio natural. Los primeros ejemplares se plantaron en el año 1880 y los últimos en 1912, con lo que actualmente tienen una edad entre los 145 y los 113 años.
Dentro de estos, O Avó es el más singular pero a su edad se suma que se ve afectado desde hace unos años por un hongo y está en decadencia. El ejemplar pasó de superar los 70 metros a situarse en los 61,8 en una medición posterior y a bajar a los 57 según el experto Antonio Rigueiro, catedrático emérito de la USC que ofreció ese dato en 2022 con motivo de una charla sobre ejemplares singulares en Galicia.
Como parte de los cuidados que recibe O Avó, en 2010 se instaló alrededor de su pie una valla para impedir que la gente pisase cerca de él y evitar más daños en sus raíces. Se terminaba así un gesto repetido, que era abrazarlo entre varias personas para cubrir su perímetro de casi ocho metros, pero con el objetivo superior de preservar la salud del árbol.
Riesgo importante de que los eucaliptos se vinieran abajo
Los trabajos anunciados en el mes de junio del 2024 consistían en labores de roza y retirada de ramas secas, por lo que resultaba conveniente el cierre temporal de las visitas para facilitar los propios trabajos de mantenimiento y para evitar posibles riesgos sobre los visitantes. El pasado verano estaban previstas actuaciones más complejas como la eliminación de ejemplares enfermos no recuperables y la poda de otros, así como la plantación de especies autóctonas.
La directora xeral de Patrimonio Cultural, Marisol Díaz, indicaba entonces que estas tareas eran necesarias porque los informes periódicos que realizaba la Consellería de Medio Ambiente detectaban afecciones por diversos tipos de hongos, que unido a la edad de los ejemplares –cuando los eucaliptos de por si no son una especie muy longeva– suponían un "elevado" riesgo de caída de ramas de grandes dimensiones e incluso de que se cayeran los propios árboles.
Añadía que en los últimos años se hicieron más evidentes los daños en los árboles, al haber un buen número de pies con la punta seca o muy debilitados y sin ramas u hojas vivas en el tercio superior de la copa, a lo que se unía que algunos presentaban inclinaciones importantes del fuste o podredumbres "que poden reducir moito a resistencia mecánica ao derribo". Los técnicos también detectaron que muchos gromos de hojas juveniles habían secado.
Al margen de esta actuación, la Dirección Xeral de Patrimonio Natural realiza periódicamente trabajos de poda en altura y de extracción de pies dañados o secos "para evitar riscos para os visitantes". La anterior actuación se había llevado a cabo en septiembre de 2021, cuando fue necesario actuar en cerca de una decena de ejemplares, incluido O Avó.