Roberto López, un ganadero dedicado a la producción de leche de la provincia de Lugo y miembro de Agromuralla, se ha vuelto viral en las últimas horas en las redes sociales tras aparecer en un vídeo en el que da cuenta de su situación y de la del sector.
"Llevamos muchísimos años luchando por un precio digno para la leche, pero este año es la gota que colma el vaso. Nos estamos arruinando", señala Roberto, que en su día lideró las protestas que inundaron Lugo por el mismo motivo.
"No llegamos a fin de mes, los costes de producción se están disparando", afirma indignado.
"¿Dónde están nuestros políticos? Los pueblos se están quedando vacíos. No hay gente para trabajar la tierra o cuidar a los animales. ¿De qué vamos a vivir?, ¿qué vamos a comer?".
"Las políticas actuales nos llevan a la ruina total".
LA VOZ DE LA MAREA GANADERA. En septiembre de 2015 El Progreso escribía de Roberto López como "la voz de la marea ganadera" en medio de las movilizaciones que colapsaron Lugo reclamando un precio por la leche digno.
"A unión fai a forza". Con esta frase acababa enérgicamente sus intervenciones Roberto López cada vez que se dirigía, megáfono en mano subido a un tractor, a los cientos de ganaderos concentrados a las puertas del edificio administrativo de la Xunta en la capital lucense. Consigna que estos coreaban fielmente.
Este productor de San Vicente de Coeo, Lugo, había cogido la vaca por los cuernos y simbolizaba lo que se había convertido en una movilización espontánea que había puesto contra las cuerdas a las organizaciones agrarias tradicionales. "Non baixan ás cortes a falar con nós", decía.
"Impulsivo y sensato". Así lo definían los que conocían a la voz de aquella recién nacida marea ganadera, que se engendró al calor de las redes sociales, como asegura Roberto López.
Ya hace 6 años destacaba Roberto López que "se non fora por Facebook, WhatsApp e Twitter non estarían aquí nin o 30% dos tractores".
Casado y padre de dos hijos, es un joven ganadero de 47 años, que hace 22 años se puso al frente de la explotación de leche que tenía su madre. A su padre lo perdió muy joven.
Junto a su esposa, convirtió aquella pequeña granja que heredó a finales de los 90, con una testimonial producción láctea, en una moderna explotación.
Roberto López también encabezó una movilización para pedir soluciones contra los daños que causa el jabalí. Entonces ya se posicionó en contra de los sindicatos. Lideró a un grupo de productores que reunieron casi 3.000 firmas de apoyo para demandar más batidas y que se echó a la calle, en la misma Ronda, para hacer oír sus peticiones.
