Una discusión de tráfico tuvo una sucesión de hilirantes consecuencias en la ciudad de Pattaya, en Tailandia. Todo empezó cuando Colin Gerrard, un australiano de 72 años, se dirigía a buscar a su hija de ocho al colegio y su coche impactó ligeramente contra el del joven Sumet Rungratanapan, de 28, como fruto, según declaró el septuagenario, de una "imprudencia" del segundo.
Tras el impacto, el oriundo de la isla mancomunitaria acudió presto al maletero de su coche para hacerse con cuchillo de grandes dimensiones, con la voluntad de solucionar el conflicto al más puro estilo Cocodrilo Dundee. Así pues, Gerrad hizo varios destrozos con el arma en el coche de Rungratanapan y luego continuó su ruta para ir a recoger a su hija a la escuela.
No obstante, el joven dio con su agresor precisamente en las proximidades del centro escolar y la discusión continuó esta vez con la mediación de un policía. Los ánimos no se calmaron y, finalmente, Gerrad acabó noqueando de un derechazo al australiano cuando éste se encontraba distraído.
