La prisión de HMP Lancaster Farm, en Lancashire, está estos días en pleno foco informativo en Reino Unido después de que se publicara un vídeo en el que los presos bailan alegremente el Whoomp Theres It Is, mientras se graban. La indignación es doble: primero, porque muchos internautas censuran la pequeña rave de los presos, que incluso se disfrazaron, y, segundo, porque nadie se explica cómo es posible que los presos puedan estar filmando la fiesta con un móvil para, después, publicarlo en las redes. Un exoficial de prisiones declaraba recientemente al Daily Mail que la escena le generaba "ganas de vomitar". "Hemos reclutado a más de 3.500 oficiales en los últimos dos años y estamos invirtiendo 40 millones de libras adicionales en seguridad. Cualquier preso que se encuentre con un teléfono móvil se enfrenta a tiempo adicional tras las rejas y estamos gastando 2 millones de libras para detectar y bloquear su uso", sostiene, lamentando esta brecha en la seguridad.
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El fiestón de los presos en una cárcel británica genera indignación
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El fiestón de los presos en una cárcel británica genera indignación
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