"Me asaltan los 80 y noto que se acerca un poco más el horizonte". Con estas palabras comenzaba Pepe Domingo Castaño el 8 de octubre del pasado año un emotivo discurso con el que daba la bienvenida a una nueva década en su vida y que este domingo adquiere aún más relevancia con la trágica noticia de su fallecimiento.
En su reflexión, el legendario locutor radiofónico sentía nostalgia por "los besos que ya no vuelven" o por la forma en que empezaba a "ves distintos" a sus más cercanos. "Mis hijos se me alejan de los ojos, mis nietos me recuerdan demasiado que la vida es aquello que se muere. Y mi Tere sigue ahí dándolo todo, en un partido loco con el final escrito, en el que solo ella sabe marcar los goles", decía ante el micrófono, emocionando con sus palabras a sus compañeros de Tiempo de Juego.
"Y los otros, mis amigos de días y de noches, sé que andáis por ahí de copa en copa, manteniendo muy vivos los recuerdos, de cuando todo era más intenso. Con teneros ahí ya es más que suficiente para decirle a octubre que no le tengo miedo, y que dentro de un año aquí estaremos juntos nuevamente, porque estando vosotros a mi lado no se me olvidará seguir cumpliendo", concluía.