Hoy en día pocas personas pueden presumir de no vivir, de una manera u otra, pegadas al móvil. Sin embargo, esta adicción permanente a nuestro smartphone puede ser más grave cuando el enganchado es solo un niño.
En un vídeo de hace algunos años, que se ha viralizado estos días en las redes sociales, se lanza una reflexión sobre el perjuicio que entraña el abuso del móvil.
El protagonista del corto es un niño sometido por completo a su teléfono, quien actúa sobre el menor como si de una mascota se tratase, lanzándole continuamente estímulos para no perder su atención.
Al final, y tras casi ser atropellado por culpa de su inmersión en la pantalla, el chaval acaba siendo salvado por un grupo de niños y se va a jugar con ellos, apagando el móvil. Porque las nuevas tecnologías son muy útiles, pero jamás podrán sustituir la sensación de pasártelo bien con los amigos... en la vida real.
