Opinión

PP y PSOE se hacen guiños

LA CITA DE Baltasar Gracián de la que tiró Jaime Castiñeira para despedirse tras 18 en el Concello —"las cosas no pasan por lo que son, sino por lo que parecen"— bien podría ser usada en el proceso de acercamiento que en la última semana se ha producido entre socialistas y populares, quizá por el cambio de timón que pretende el nuevo portavoz del PP, Antonio Ameijide, y quienes tiene detrás —la dirección provincial y la autonómica de su partido—. 

Tras la espantada a la negociación de los presupuestos municipales que desde el partido se le obligó a dar a Castiñeira, varias semanas después el PP llega a un acuerdo con la alcaldesa Lara Méndez para facilitar con la abstención de los populares la aprobación en el último pleno de 6 millones de euros en inversiones y subvenciones. La justificación dada por Ameijide fue un "facémolo polo ben dos lucenses", que también podría servir para avalar el no —y de hecho Ciudadanos así lo usó—. Pero si aplicamos la teoría de Gracián y repasamos lo sucedido esta semana, en la que el presidente de la Xunta anunció una inversión de casi ocho millones en el viejo hospital Xeral, instando al Concello a actuar con diligencia a la hora de conceder las licencias, podemos llegar a pensar que tras el pacto entre PSOE y PP hay algo más que un acto de buena fe para no bloquear proyectos para Lugo. 

Eso sí, de puertas afuera, los protagonistas mantienen la tensión y a las críticas del PP por la "parálise" del gobierno local se unieron los reproches de los socialistas al "abandono" al que creen que la Xunta somete a la ciudad. Sin embargo, lo cierto es que PP y PSOE consiguieron desbloquear en la misma semana los presupuestos municipales de Lugo y la esperada inversión prevista en los edificios del antiguo Hospital Xeral, a lo que el jueves se sumó un último guiño, el anuncio del presidente Alberto Núñez Feijóo de reservar una partida de 500.000 euros para iniciar cuanto antes los trámites para equipar el nuevo auditorio de Lugo.

Si el 'buen rollo' sigue, Lara Méndez podría recibir llave en mano la flamante infraestructura cultural antes de las elecciones de 2019, mientras que el PP local de Ramón Carballo podría presentar a los vecinos de A Residencia las dotaciones sanitarias prometidas tras la apertura del Hula.

Con obras acabadas o avanzadas, el bipartidismo se rearmaría ante la ciudadanía en un escenario preelectoral en el que los grupos municipales surgidos de la crispación de la crisis podrían tener más difícil captar la atención de los votantes y repetir los números de 2015. Y si además algunos de estos grupos continúan dándose tiros en el pie y provocando por hastío la salida de puntales como Santiago Fernández Rocha que habían calado en la ciudadanía o fiando el trabajo político a la presencia en las redes sociales digitales y no en las tangibles —la parroquia, el barrio, el bar..— que nadie se extrañe si a la vuelta de la esquina los grupos municipales emergentes se multiplican, pero por cero.

Cs, un enemigo a batir

Pleno tras pleno se demuestra que Ciudadanos es un invitado en la corporación que genera mucho recelo a la derecha y la izquierda, quizá porque puede pescar votos en ambos caladeros, algo que se manifiesta sobre todo en los debates de las iniciativas que presentan sus dos ediles y que últimamente acaban siendo rechazadas e incluso criticadas por otros portavoces, dando la impresión de que son el enemigo a batir.

Un BNG incómodo

Los ediles del BNG optaron en el pleno por abandonar el debate para aprobar el plan de inversiones municipal en una muestra más de lo incómodo que le resulta que desde el PP les reprochen que ellos ayudaron a situar al frente de la alcaldía a la persona a la que ahora critican. Seguramente, también les resultará difícil decidirse a firmar la petición de un pleno de reprobación a la regidora que plantea Ace-EU.

Una portavocía provisional

Cristina Pérez Herraiz debutó en el pleno como portavoz de Lugonovo, aunque la asamblea de esta formación le ha dado carácter provisional al puesto, lo que da idea de lo difícil que resulta en esta plataforma llegar a acuerdos en el reparto de funciones. La edil quiso hacer un discurso más personal en el debate presupuestario con el que parece dar a entender que ha llegado al cargo para quedarse.

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