Opinión

El PP lucense hace las paces

Candia logra tras 4 años de liderazgo cohesionar el partido de cara al reto electoral de 2023
Elena Candia. EFE
photo_camera Elena Candia. EFE

El PP lucense y anteriormente Alianza Popular pasó por diferentes etapas de liderazgo que no estuvieron exentas de tensión entre sus militantes y que tenían como origen las rivalidades personales y el reparto del poder. El último episodio de enfrentamiento entre familias tuvo lugar hace cuatro años, cuando Elena Candia y Raquel Arias compitieron por la presidencia del partido tras la renuncia de José Manuel Barreiro.

La victoria lograda por Candia en esas primarias no daba por seguro que serviría para sellar las heridas, pero tras cuatro años de gestión, en los que además llegó a ocupar durante unos meses la presidencia de la Diputación de Lugo, la política mindoniense consiguió llegar a este congreso provincial con el aval de la inmensa mayoría de las agrupaciones locales y, sobre todo, arropada por el presidente Feijóo y la dirección nacional.

Las últimas especulaciones sobre si Candia había logrado aunar sensibilidades en el PP de Lugo tenían que ver con la lista de la directiva que llevó al congreso de ayer, aunque una vez vistos los nombres de sus integrantes, los militantes y cargos del partido parecen haber dado por bueno que se ha logrado pasar página al pasado convulso. De hecho, lo único que sorprendió en los corrillos del pabellón de Outeiro de Rei es que se haya dejado para los próximos días el reparto de los principales cargos de la directiva, como el de secretario general o el responsable de organización, quizá para no restar ayer con ello protagonismo a la reelección de la presidenta.

Aun así, se da por hecho que José Manuel Balseiro ocupará uno de los cargos importantes, al igual que el concejal lucense Javier Vázquez, la exjefa territorial de Política Social y también edil Cristina Abades, así como José Manuel López Rodríguez, un militante que fue exdelegado de Canon en Lugo.

Pero más allá de saber quiénes serán los más directos colaboradores de Elena Candia, la idea que parece transmitir el PP lucense es que en los próximos años será la presidenta la que se eche a sus espaldas el partido, tanto para asumir el trabajo como el protagonismo, una apuesta que tiene como reto más inmediato conseguir aumentar el número de alcaldías en la provincia tras las elecciones municipales de 2023 y, sobre todo, la de la capital, donde no gobiernan los populares desde el siglo pasado.

Uno de los objetivos de la presidenta del PP será conseguir la alcaldía de Lugo, que el PP no ocupa desde el siglo pasado

De estos resultados dependerá además otro de los objetivos del PP, conseguir la mayoría absoluta para gobernar la Diputación Provincial, donde los populares deberán echar el resto para aumentar la representación en los ayuntamientos del partido judicial de Lugo o en el de A Fonsagrada.

Elena Candia, que compatilibilizará su trabajo en el partido con la labor como parlamentaria autonómica y como concejala de Mondoñedo, podría además optar de nuevo a la presidencia de la Diputación si finalmente su partido consigue el objetivo de la mayoría absoluta.

Aunque en la nueva dirección del PP de Lugo hay ausencias con las que hasta hace poco no se contaba, como la del alcalde de Friol, que renunció en el último momento a ir en la candidatura, lo cierto es que parece que los populares lucenses han hecho las paces y en eso ha tenido mucho que ver su presidenta.

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