Opinión

Lara Méndez cotiza al alza

AUNQUE LA sensación de debilidad que ofrecía el gobierno de Lara Méndez desde su formación el verano pasado todavía continúa, dado que con ocho concejales frente a 17 resulta muy difícil ganar votaciones en el pleno, los últimos acontecimientos y, sobre todo la aprobación de los primeros presupuestos del mandato, han subido la cotización sobre todo de una alcaldesa a la que se le achacaba que el cargo le cayó del cielo, pero que está demostrando dedicación y más capacidad negociadora de la que se le presumía.

No es fácil poner de acuerdo a una corporación con seis grupos de los que, además, cuatro de ellos pelean por un espacio en la izquierda que ahora mismo nadie logra liderar. Por eso, en la negociación de los presupuestos el PSOE tuvo que tener en cuenta toda cuanta propuesta de tipo social llegó desde Lugonovo, BNG o Ace para lograr su apoyo o abstención. La voluntad de llegar a acuerdos fue elogiada en el propio pleno por los grupos, aunque para ello este ejecutivo tuvo que cambiar ciertos tics heredados de mandatos socialistas en la Diputación y el Concello en los que se gobernaba a golpe de decreto y obviando el papel del pleno.

Y fue precisamente tras la marcha de dos ediles en octubre pasado, coincidiendo con el momento más crítico del mandato de Lara Méndez, cuando comenzó esa apertura al diálogo de los socialistas, conscientes de que tenían que mimar a los grupos que les apoyaron en la investidura y, sobre todo a Lugonovo.

La aprobación de las ordenanzas fiscales abrió el camino al acuerdo de los presupuestos y hoy en día es tal la buena disposición de los concejales del gobierno que cualquier propuesta que llega desde la oposición amiga es tenida en cuenta y los técnicos municipales son puestos a disposición de los grupos para analizar su viabilidad.

Incluso hasta se aceptan ideas tan controvertidas como la que planteó el concejal de Ace, Carlos Portomeñe, que instó al Concello a promover un acto de conmemoración del 85º aniversario de la proclamación de la II República y en el que la alcaldesa llegó a leer un manifiesto en el que se planteaba ese sistema de gobierno como el ideal para acabar con el problema del desempleo o los desahucios. Desde que en 2003, la concejalía de bienestar social que dirigía la nacionalista Branca Rodríguez Pazos organizara un acto similar, el gobierno local no había vuelto a promover una celebración de este tipo, ya que suelen ser los partidos las que las organizan por su cuenta. Por eso no tardó el portavoz del PP, Jaime Castiñeira, en salir a la palestra y calificar como «un gol de Ace» la decisión de organizar ese acto.

Y tan lógico resulta que le siente mal al jefe de la oposición la sintonía del gobierno con el resto de grupos de la corporación como que el PSOE le reconozca a Lara Méndez el logro de haber sacado adelante los presupuestos y haber cogido al fin el timón de la política municipal.

En la última asamblea local, con menos asistencia de la acostumbrada y sin la presencia de José López Orozco y José Ramón Gómez Besteiro, la regidora fue la protagonista al hacer balance de su gestión y recibir las felicitaciones de sus compañeros.

Y no fue el único elogio que recibió esta semana, ya que el alcalde de Vigo, Abel Caballero, aseguró durante su visita al consitorio lucense que le augura a Lara Méndez muchos años al frente de la institución. El regidor vigués hizo parada en Lugo dentro su ruta por las ciudades gallegas para tratar de reactivar el PSdeG, después de la renuncia de Gómez Besteiro a la secretaría del partido y a ser candidato a la Xunta. Caballero daba de esta forma estatus de ‘baronesa’ socialista a Méndez al evacuar con ella consultas y solapar al presidente de la Diputación lucense, el también socialista Darío Campos.

La visita, que se trató de justificar por motivos institucionales, fue interpretada también como un intento del alcalde de Vigo por asumir el liderazgo del partido en Galicia, aunque sin la pretensión de convertirse ni en candidato ni en secretario xeral. La propia Lara Méndez, tras ser preguntada si creía que Abel Caballero tenía -como él mismo dijo- «autoridad moral» para promover esas reuniones con cargos del PSdeG, dijo que el regidor vigués es miembro de la ejecutiva federal del partido «e ten autoridade para estos encontros». Y es que si alguien te elogia, lo normal es corresponder.

Comentarios