Opinión

En el límite de la legalidad

LOS GORRILLAS que actúan en el Hula lo hacen, como en otras tantas ciudades donde se da este fenómeno, traspasando los límites de la legalidad, aunque las sanciones previstas para los infractores de nada sirven, teniendo en cuenta que quienes se lucran con este tipo de extorsión son personas sin propiedades ni nóminas y que, como mucho, reciben ayudas sociales de las cuales no se pueden detraer cantidades para pagar sanciones.

La intención de la alcaldesa de Lugo y la Policía Local de amenazar a los gorrillas con que podrían perder subvenciones como la Risga podría tener algo de efecto, aunque esta propuesta también se sitúa en los límites de la legalidad, puesto que resulta difícil demostrar qué ingresos pueden llegar a tener los aparcacoches por su actuación ilegal y si ello es razón suficiente para dejarlos fuera de un sistema de protección para personas en situación de exclusión social.

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