Opinión

Vino amargo

SERÁ QUE mi condición habitual de pagador con dinero menudo no me deja ver la macroeconomía del fraude que tiene Montoro entre ceja y ceja. Sigo sin ver que la economía sumergida vaya aflorar con la limitación de pago en efectivo a mil euros (estaba en 2.500) que nos anuncian.El ministro de Hacienda hizo un gran trabajo político desactivando personajes y rivales con la amnistía fiscal. Los famosos de las cuentas en Suiza u otros paraísos fiscales, algún notable defraudador acabó en el escarnio modelo Lola Flores en momentos de corrupción política diaria en el partido y ahora, ¿nos enfrentamos a otra cortina de humo? Montoro necesita presión en la caldera.

Puede que el endurecimiento en el control del Iva a las grandes empresas y algunos grupos de declarantes rente dividendos a las arcas públicas -esperemos que no sean tan magros como la regularización fiscal de las grandes fortunas-, pero la economía sumergida está en el menudeo. La mayoría en pocas ocasiones hacemos pagos superiores a mil euros, si acaso para un coche o un implante dental de oro nuevo pero ¿cuántas veces el de la consulta, la gestión o el chapuzas remolonean con la factura de 20 euros? Muchas. Incluso más de una al día.

Y nosotros, pobres de espíritu y de lo demás, tragamos. Bebemos del fraude como cuando el camarero nos sirve a probar ese vino... y no sabes qué decir. Asentimos con cara de berza pero deberíamos pedir el cambio de botella. Y la factura.

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