Opinión

Viajeros por el mundo

SI HAN pasado por Sants, la estación central de Barcelona donde los manifestantes cortaron con suma facilidad el servicio ferroviario a pesar de ser punto neurálgico de la ciudad y contar con comisaría propia, habrán reparado en empresas de los alrededores que nos sonarán, incluidas Monbus y Alsa. O lo bien representados que estamos los gallegos, sobre todo en el ámbito de la alimentación. Allí mismo está Evaristo Foxo con sus productos típicos y en un ‘carrer’ que da a la estación se puede comer un caldo tan sabiamente cocinado como en O Valadouro. La última vez que me sentí como en casa, a pesar de que el taxista (no era gallego) se empeñaba en ir situando todos los restaurantes de los mediáticos cocineros catalanes, tan en boga. No me sorprendió pero sí que establecimientos más modestos, alguno de indiscutible sabor galaico, aparecieran pintarrajeados en toldos y lunas por no tener rotulación en catalán. Había esteladas colgando y puesto de firmas en la Plaça Catalunya, quizás alguna persona evitaba complicidades excesivas pero el interés común prevaleció. Como viajeros del mundo que somos todos, esperemos que así sea, pese a lo visto.

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