Opinión

Un puñetazo en el corazón

AL VER a los chavales practicando con muñecos en San Cibrao los ejercicios de reanimación, recuerdo que tengo pendiente una entrevista con Camilo Vázquez Corveriras, un crack del 061 en la cardioprotección y que, además, para por A Mariña. Todos deberíamos pasar por una charla suya sobre reanimación cardiopulmonar. Asistí a una pocas fechas después de que Neco, gran deportista, joven y delgado, hubiera muerto casi en la calle tras sentirse indispuesto. De repente y con muy mala fortuna. Muy al contrario de lo que le sucedió a un hombre de 51 años, José María creo que se llamaba, que estuvo ‘muerto’ unos 21 minutos pero sobre el que la familia insistió e insistió con el masaje hasta la llegada del equipo de Camilo. En 7 minutos consiguó recuperarlo tras ‘chisparlo’ seis veces. Este hombre, sin patologías previas, volvió a nacer al sexto intento y la estadística dice que con asistencia rápida, en 5 ó 6 minutos, mucha gente sale de la parada cardiorrespiratoria. Debemos tomarnos más en serio esta formación. Saber dar ese puñetazo fuerte encima del corazón del infartado, y los masajes. Eso, y tener los desfibriladores operativos, son lo único que salva vidas.

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