Opinión

El invierno poblacional

EN ESTE país sobran caperucitas avisando de que viene el lobo. Sobran avisos de que las pensiones irán a menos o a nada y si sus señorías ya no discurren más que planes y ahorro privados, mejor retírense. Eso de bregar obligatoriamente a los 70 y pico para después ir tirando, es antiguo. El dinero de las pensiones tendrá que venir de donde antes se sacaba para otras cosas, sobre todo porcentajes y mamandurrias. Entonces debería estar implantado algo parecido a la renta básica. No obstante, habrá estrecheces. La despoblación rural galopante, con decenas de fallecidos en muchos concellos que apenas registran nacimientos, es un problema muy serio. En A Mariña, donde se prevé la apertura de varias residencias de ancianos ya construidas, podríamos
vernos en el caso de faltar incluso personal para atenderlas —es un trabajo mal pagado, de muchas horas, estresante—. Si no afrontamos estos problemas con algún criterio social, podemos vernos dentro de 15 años sin profesionales suficientes en la salud pública (ya es difícil reclutar médicos de primaria), y sin fuerza de trabajo para costear las pensiones o atender a los jubilados. Dejarlo todo al mercadeo es injusto.

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