Opinión

Sin Apocalipsis pero con mil parados más

La alarma del otoño en comercio y hostelería prendía en verano pero hay quien ve el vaso medio lleno y no turbio de facturas y encarecimiento. Existe un ajuste bastante generalizado en horarios y política de pinchos, por llamarla de alguna manera, pero dentro de una adaptación quizás inevitable, como cuando en pandemia se abrazaba el horario de atención continuo o el teletrabajo.

Ayer un hostelero me dijo que tampoco hay que exagerar, que no podemos vivir permanentemente como si fuera a desatarse el Apocalipsis. El problema, más que la factura eléctrica, estaría en la falta de personal con el que funcionar, abocando a los titulares a quemarse y pensar en cerrar el negocio para cambiar de vida. También hay quien reconoce que se llenó el bolsillo durante el verano, que la gente sigue acudiendo en masa los fines de semana en las rutas más consolidadas, y con planes para los clientes de los jueves. Que hay que esperar hasta Fin de Año y no alimentar el pesimismo, bastante tenemos con la que está cayendo y todos los sectores están apretados por la parte de la coyuntura. 

Y esto es tan cierto como que las estadísticas del paro son malas. En A Mariña ha crecido en todos los concellos respecto a hace un año. Sobre todo en el sector servicios. Si miramos los más poblados, oficialmente en Foz hay 626 parados donde eran 453 en septiembre del 2021; en Viveiro subieron a 1.162, cuando eran 832; en Ribadeo están apuntados 761 y hace un año eran 528 y en burela han subido hasta los 627, cuando eran 488. Solo se salva el pequeño Trabada. Hay mil parados más en A Mariña: 4.299 frente a 3.313. Malo para todos, no solo para determinados sectores económicos y sociales. Es un caldo muy poco digerible, también a nivel político, para los unos y los otros. 

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