Pues no me parecía mal que Pepe Álvarez Suárez, secretario general de UGT u otros altos dirigentes del resto de sindicatos comparecieran hoy en el cruce de O Castelo para defender la viabilidad de Alcoa San Cibrao y, de paso, los 1.700 puestos de trabajo directos que proporciona, imprescidibles para las familias y A Mariña. Digo Pepe Álvarez porque es de la rama del metal y, además, no tuvo problema en venir hace poco a Cervo para apoyar a su delegada sindical en Sargadelos. El impacto de Thomas Cook importa pero ¿cuántos ugetistas de Alcoa necesitan ahora su aliento? A lo mejor me equivoco y sea más efectiva su presencia en despachos del Ministerio de Transición Energética o ante las puertas de Industria. Todo ayudaría para movilizar a una comarca cuya situación puede agravarse mucho en la tensa espera que aguarda hasta que se constituya un nuevo Gobierno y salgan adelante normas energéticas que despejen el futuro.
¿Qué tiene que pasar para juntar a 25 alcaldes como sucedió el otro día en la manifestación de As Pontes? ¿Cuándo será el momento de hacer a un lado la política de los ‘meus’ y los ‘teus’ para que Madrid ponga un precio razonable a la energía?
