He redactado mi carta a los Reyes Magos, fuera de plazo y sin acuse de recibo, pues los regalos no existen. En asuntos vitales para la comarca, ¿pueden dejar de decir una cosa, para acabar haciendo o pujando por lo contrario? Con lo de las autovías por Foz y Viveiro, poco o nada se avanza. Aparecerán en las proclamas electorales pero lo único que cambió en estos años es el nombre y los planos. Ya se sabe que el papel lo aguanta todo pero la realidad es que no hay dinero en los presupuestos para hacer ni un metro. Con lo de Altri, para no meternos en otro sonrojante serial, solo una pregunta: ¿A Mariña sí, o A Mariña no? A ver si va a ser como siempre.
Y en lo de Aluminio ya vimos cómo se abre un ojo y se guiña el otro, a varias bandas. Lo cierto, pese a las cortinas de humo, buenos augurios y enésimos llamamientos sociales y políticos, es que las cubas se apagan. Lo que traerá consecuencias en la propia fábrica y más allá. No arrancará, ni a la carrera, por mucho que la modernicen, mientras al antiguo monopolio estatal, ahora oligopolio eléctrico, no lo metan algo en cintura, si es que alguien quiere o puede. Si es así, vayan arremangándose los unos y los otros. Que haya mejor suerte que con Vestas.
Pero al menos, si no es mucho pedir, dejen que aquí la gente pase ahora el duelo, en paz. Porque de tolearle la cabeza ya estuvo bien.
