Opinión

El concierto nunca es tarde

LA CONFIRMACIÓN del concierto de La Bien Querida en el agosto burelés me ha llevado rodando hasta otro grupo muy querido y que ha resucitado para este verano que llega: Inmaculate Fools. Los ochenteros estarán al tanto de su historia pero la resumo para las nuevas generaciones.Los locos inmaculados, o benditos botarates, eran una de esas bandas con letras y música tan buenas como poco reconocidas en el tsunami musical del Reino Unido. Triunfaron sobre todo en España y su líder, Kevin, se enamoró de una chica en Pardiñas (Guitiriz), donde tendría tiempo de grabar algún tema impagable como ‘Cotillas’, con el pueblo y las gaitas de Xermolos sonando por detrás.

‘Nothing means nothing’, ‘Sad’ o ‘Prince’ fueron algunas de sus canciones más conocidas, además de la que les dio nombre, ‘Inmaculate Fools’ donde decían, entre otras cosas: ‘Cada día es un día de fiesta/hundirse o nada/Riéndonos mientras nuestro barco se va a pique, pero renaceremos otra vez...’ Una voz rota, la guitarra acústica y mucha melancolía hacían el resto, conectando de maravilla en Galicia. En Guitiriz recuerdan a Kevin, que en su declive rodó por ahí como Dirty Ray. Tras el disco ‘Kiss and Punch’, de 1996, desapareció por Gales. Ahora, con 65 tacos, ha vuelto a grabar disco, ‘Turn the whole world down’, que presentará en Girona en junio junto a La Bien Querida (otra que bebe de los ochenta) y antes en el Pazo da Cultura de Pontevedra el 20 de mayo (20 euros).

Lo suyo sería que alguien de por aquí alrededor intentase también contratarlos. Son veteranos, sí, y no tan conocidos como aquellos The Waterboys, pero son buenos. En este mundo de la música tan dinámico y explosivo, con grupos cercanos como los coruñeses Triángulo de Amor Bizarro (su nombre sale de una canción de los 80, de New Order) que han grabado su último videoclip como un videojuego, conviene de vez en cuando girarse y echar la vista atrás. Porque nunca una preciosa melodía toca a su fin.

Comentarios