Opinión

Dinero del trinque

A CADA titular que avanzamos sobre la corrupción nos preguntamos si, de verdad hemos tocado fondo con la porquería. En otras causas el rastro del dinero aparece circulando por tesorerías y paraísos fiscales pero con la Púnica es como si estuvieran a punto de trincarlos con los billetes de 500 euros en los bolsillos. Los sobornos, los desvíos de comisiones de contratos públicos, las adjudicaciones y recalificaciones o los pagos de las campañas electorales dejan rastros como de imprenta, dinero nuevo y del trinque que falta por aflorar. O no. 

El 5% en Cataluña, el 3% en Madrid, ¿para cuándo un ranking por comunidades y modus operandi? Dicen que nuestra deuda pública de mil billones no nos envía al carajo porque es inasumible por Europa y porque el porcentaje de economía sumergida, de dinero B, impide el estallido social.
Todo el mundo intuía lo que pasaba cuando le pedían tantos millones en negro por el piso o la plaza de garaje, en nuestro entorno también, incluso con el descaro de las viviendas de protección oficial. Lo que ahora comenzamos a saber, por el cante de personajes como Marjaliza y compañía, son los porcentajes y el destino de las mordidas, además de la forma de imputar el dinero de los sobornos. Asquito.

Comentarios