Opinión

Una gata negra

Una gata negra saluda a un redactor de Grupo El Progreso.  V.M.R.
photo_camera Una gata negra saluda a un redactor de Grupo El Progreso. V.M.R.
EN UNA callejuela de camino a la redacción hay una gata negra. Creo que vive en una colonia felina cercana, pero no lo sé. El caso es que, a fuerza de cruzarnos, hemos trabado un entendimiento. Si le bisbiseo, ella se acerca solícita, al trotecillo y con la cola izada, y yo dedico unos minutos a acariciarle el lomo y rascarle detrás de sus orejas melladas. Ella se queda amansada para seguir la tarde aovillada en sus dominios, viendo la vida pasar como un sabio antiguo, y yo me voy a trabajar con sensación de estar reconfortado. Tal vez no parezca gran cosa, pero es un pequeño y hermoso destello capaz de dejar iluminado buena parte de lo que resta del día.

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