Opinión

El tiempo es relativo

La inmortalidad es una quimera. Qué le vamos a hacer. Con todo, tener la suerte de encontrarse con experiencias excitantes parece que, al menos, nos alarga un poco la vida. Es cierto que, cuando disfrutamos, el tiempo semeja agotarse enseguida. Y, sin embargo, en realidad es tiempo que enraíza, que deja huella, que tiene valor y permite fijar esa vivencia en la memoria. Es tiempo que perdura, por paradójico que suene. Lo contrario a la rutina, que es tiempo que transcurre en piloto automático, sin poso alguno, con apenas capacidad para asirse en el recuerdo de forma duradera. Cinco años anodinos son un parpadeo. La rutina permanente es lo que te mata. Y a toda velocidad, sin que te des cuenta.