Opinión

La liturgia no pide milagros

Seguidores del Lugo sufren en la última jornada de Liga. XESÚS PONTE
photo_camera Seguidores del Lugo sufren en la última jornada de Liga. XESÚS PONTE
Hace varios milagros, cuando se mascaba otra caída al pozo, ya lo decía Guille: da igual que el Luguiño juegue en Segunda que en Segunda B; lo importante es la liturgia del día de partido. El vermú, las raciones en A Calzada, el digestivo para entonarse, ir en multitud al estadio, pasar lista de habituales del fondo, cantar un lololo por Seoane, dejar un par de insultos retro al portero rival y, además, aburrirse con las limitaciones del equipo. En Segunda, claro, uno se siente más alto y más guapo que en eso que ahora se llama Primera RFEF. Pero el ritual, el disfrute, el cariño, iba a ser idéntico. Un descenso no puede matar esa mística. Sí lo hizo el covid, que ya se deja atrás. También la subida de los abonos.

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