EL DOMINGO, capeando la tarde en el sofá, vi un documental en el que explicaban que el perezoso tiene un metabolismo tan lento que solo necesita defecar una vez a la semana. No es cosa de risa porque, además, defecar es una cuestión de vida o muerte para él, ya que, para hacerlo, necesita descolgarse del árbol hasta el suelo, donde, durante el tiempo que le lleve el asunto, queda a merced de los depredadores.
El perezoso eleva a lo literal el concepto de que, para sobrevivir en cualquier entorno y circunstancia, es imprescindible no cagarla demasiado. Y exponerse lo justo. La naturaleza, siempre regalándonos valiosas lecciones de vida.
El perezoso eleva a lo literal el concepto de que, para sobrevivir en cualquier entorno y circunstancia, es imprescindible no cagarla demasiado. Y exponerse lo justo. La naturaleza, siempre regalándonos valiosas lecciones de vida.