Opinión

El irreductible

Dos personas usando bizum. AEP
photo_camera Dos personas usando bizum. AEP
EL BIZUM ha supuesto un avance para la convivencia del grupo de amigos. Aparte de facilitar la derrama de las cañas, los morosos habituales han quedado acorralados y saldan sus deudas con una solvencia antes impensable. ¿Todos? ¡No! Hay uno que aún dispone de un arsenal de excusas de lo más variopinto: problemas de conexión, viajes internacionales, fallos en la app, restricciones de su entidad bancaria... Como explicaba el doctor Ian Malcolm, especializado en teoría del caos, el jeta siempre se abre camino. Pero hay que admirarlo e incluso imitarle. Es el último bastión ante la dictadura de las nuevas tecnologías, que todo nos controlan.

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