Opinión

Cobaya

La cobaya de mi hermano (2015-2022). H. RIVERO
photo_camera La cobaya de mi hermano (2015-2022). VERÓNICA M. AMAYA
SE MURIÓ la cobaya de mi hermano. Era un bicho muy simpático, por más que sus principales funciones vitales fuesen chillar para exigir comida y mear su caseta. Pero dejaba darse cariño, hacía compañía y, sobre todo, era la piedra angular contra los silencios incómodos en la familia. Siempre fuimos de zanjar con un seco bien cuando madre nos preguntaba qué tal el día. No nos engañemos, no es que uno sea parco en palabras, sino que la mayoría de veces tampoco hay mucho que contar. La rutina cotidiana no da para tanto. Menos mal que mi hermano es previsor: espera un hijo para febrero que nos renovará la capacidad para tener conversaciones.

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