Opinión

El reto de regenerar la CEG

LAS GUERRAS intestinas por el control de la patronal gallega y la controvertida gestión de José Manuel Fernández Alvariño, marcada por las filtraciones sobre las autocontrataciones de servicios externos con empresas de su entorno familiar y por su incapacidad para lograr apoyos con los que aprobar los presupuestos de 2014 y 2015, han acabado con su mandato. Pese a sus reiterados intentos por salvar el tipo desde el verano del año pasado, los conflictos que hasta el final redujo a la categoría de "pequeñas turbulencias" se han llevado por delante a este empresario vigués. Después de 34 años de historia y cinco presidentes, el 15 de enero la CEG afronta el reto de la regeneración. Debilitada por su pérdida de peso institucional y su incapacidad para integrar en sus filas a las mayores compañías gallegas, la patronal debe buscar a un candidato de consenso y aparcar las luchas localistas

Comentarios