Opinión

La familia Trumpisonda

De cuando en vez, la política tiene ese lado más intrascendente, aunque no falto de sustancia. De cuando en vez, también hay que sacar partido a la parte más socarrona de un tema, y la familia Trump, se presta

ESTE DOMINGO tenemos muchos artículos y reportajes sobre la actualidad política, y no me cabe la menor duda que correrán ríos de tinta a tenor de las elecciones en Estados Unidos, de su peculiar nuevo presidente, de la derrotada contrincante, y de la no menos importante toma de posesión del candidato de la inmensa mayoría de los gallegos, pero como él ya ha dicho en la sesión de investidura, y porque así lo lleva demostrando durante ocho años, de todos los gallegos; me refiero a Alberto Núñez Feijoo, que ayer tomaba posesión tras su tercera mayoría absoluta consecutiva. Toda una proeza en estos convulsos tiempos que, políticamente hablando vivimos. 

Pero si me lo permiten, hoy dedicaré mi artículo de opinión a la curiosa familia que en breve ocupará la Casa Blanca; porque, aunque bien es cierto, que tan idealizada mansión ha dado cobijo a bichos de distinto pelaje, los que entran ahora, merecen mención aparte.

No es frivolizar, aunque tal y como está el patio, tampoco estaría de más. De cuando en vez, la política tiene ese lado más intrascendente, aunque no falto de sustancia. De cuando en vez, también hay que sacar partido a la parte más socarrona de un tema, y la familia Trump, se presta. 

La familia presidencial está compuesta por Donald Jr., Ivanka, Eric, Tiffan y Barron, es decir la numerosa prole fruto de los tres matrimonios del patriarca, con Ivanna Zelnícková, con Marla Maples y el actual con Melania Knauss.

Pero la familia del presidente que va camino de instalarse en la Casa Blanca, solo está compuesta por Donald, la exuberante Melania, y Barron, el hijo de ambos; el cuál y cito la anécdota, fue colocado estratégicamente por la ex modelo al lado de su padre la noche electoral, poco antes de dirigirse al pueblo estadounidense ya como presidente electo, como si del heredero de la saga se tratase.

No me cabe la menor duda que esta será una de las numerosas anécdotas que nos brindarán los próximos habitantes de la Casa Blanca, los cuales nos deleitarán con más de una historia digna de cómic, como aquellas que dibujaba Ibañez allá por los años cincuenta a través de La Familia Trapisonda.

¿Acaso no recuerdan ustedes la reciente fotografía de los tres en su grandioso ático de la Torre Trump?, aquella protagonizada por el todopoderoso Donald, sentado en una especie de trono, escoltado por un bellezón ex portada de revistas tipo Playboy, y un niño a lomos de un león de peluche, cual vástago de príncipe de Zamunda y rodeado de limusinas en miniatura para deleite de la criatura. Esperpéntico.

Como grotesca parece, a simple vista, la combinación de perfiles de electores que han acudido como moscas a la miel, prendados por las jaculatorias que Trump repetía hasta la saciedad haciendo guiños al Destino Manifiesto. Cuestión que por otro lado no me sorprende, habida cuenta la ascendencia escocesa del recientemente elegido presidente, así como también la del concepto filosófico; aunque a mí me da más la espina, que apeló a esa idea de nación idílica pensando, sobre todo, en recoger los frutos de entre los electores decepcionados por la élite o casta de poder (como si Donald no lo fuera), la crisis económica y el americano medio más conservador habitante de zonas rurales.

La verdad es que tampoco, en este caso, deja indiferente a nadie, siendo esta una Trumpada de las numerosas que, sin duda, nos regalará el patriarca de tan estrambótica familia, pero que en este caso la trascendencia ha sido de tal calibre que le ha llevado a dirigir, nada más y nada menos, que los Estados Unidos.

Yo prefiero quedarme con la parte más anecdótica y jocosa que nos puedan ofrecer, y quien sabe, porque si ya han sido protagonistas en la serie de animación de los Simpson, quizá sus andanzas nos den para escribir un cómic al más puro estilo de Ibañez bajo el título de la Familia Trumpisonda, en este caso también, un grupito que es la monda.

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