Este pasado viernes se cumplía un año desde la proclamación de Felipe VI como Rey de España, y la verdad, en general, estoy contenta y satisfecha del transcurso real de estos 365 días.
Veo que no soy la única que así lo manifiesta, porque tras la publicación de diversos estudios demoscópicos para valorar la institución de la corona y el papel del propio Rey, del total de los entrevistados, los que prefieren la monarquía a la república como forma de gobierno, superan en 21 puntos porcentuales a los segundos.
Llegado este punto, voy a hacer una humilde aclaración al respecto y sobre la república, ya que considero, que a muchos españoles hay que explicarles que una España republicana, no sería el acabose. Ahí tenemos a los Estados Unidos, México, Chile, Costa Rica, Alemania, Francia, Austria, Finlandia…. Sí, son repúblicas y no les va nada mal. Pero volvamos al tema que nos trae a este artículo de opinión, que no es otra cosa que el reconocimiento del buen hacer de nuestro Rey.
Bien es cierto, que aunque no me manifieste monárquica al cien por cien, he de confesar que el papel desempeñado por Felipe VI a lo largo de este primer año de mandato, ha sido ejemplar.
Así, 83 de cada 100 españoles elogiamos su actitud y sus empeños, materializados entre otras acciones como, la de una rebaja del 30% de su sueldo; la actitud de mayor cercanía a las instituciones y a la gente; la inmejorable proyección exterior de España; la nueva imagen y esa manera de comunicar con aire fresco y renovado (aquí habrá tenido mucho que ver la Reina Consorte, sospecho); y una muy dura aunque acertada, la quizá peor decisión que haya tenido que tomar en este primer año, la de revocar el título de Duquesa de Palma a su hermana, .
Pero no son actos aislados, ni de maquillaje. El Rey ha tomado cartas en el asunto de forma muy directa. Ha apostado por algo novedoso, la aplicación exhaustiva a la Ley de Transparencia en la Casa del Rey, que no se debe confundir con la Casa Real, (la Casa de S.M. El Rey “es el organismo compuesto de funcionarios que, tiene como misión servirle de apoyo en cuantas actividades se deriven del ejercicio de sus funciones como Jefe de Estado”, su Jefe Actual, el Abogado del Estado gallego, Jaime Alfonsín; por otro lado la Casa Real, la forman un grupo de personas emparentadas con el Rey, y cuya Jefatura ostenta el propio Felipe VI). Por todo ello y muchas más cosas, a S.M. el Rey, en España se le quiere y se le respeta. Y además, hoy más que nunca se le necesita.
Espero y confío en Vuestra Majestad, al igual que muchos millones de españoles que somos conscientes de cómo está el patio de revuelto, y que no nos cabe duda alguna, que será Felipe VI el encargado de dar la mano a todas y cada una de las ilusiones y esperanzas que los españoles de bien depositamos en su persona, y así pueda, con más contundencia, capitanear una segunda transición en España.
Es por ello que Vuestra Persona hoy día, encarna de la mejor de las maneras la existencia de una institución potestativa por encima de ideologías y actuaciones partidarias. Y hoy, más que nunca es vital para nuestro país.
Y lo es, para trabajar por que se instaure la sensatez entre los españoles; para materializar lo que nos une, que es mucho más que lo que nos separa; para que puedan sacar cabeza los valores y las virtudes, que nuestros mayores fueron tejiendo con gran esfuerzo y trabajo, para ponerlas a disposición de esta tierra que entre generaciones construyeron, hasta llegar a la democrática y plural España. Me consta que la herencia recibida de Sus Majestades los Reyes Juan Carlos y Sofía, seguirá produciendo los frutos necesarios para ayudar a dar forma, a un mismo camino en donde nos encontremos todas y todos los españoles.
Señor, muchas felicidades en este vuestro primer aniversario, es mi intención desearos lo mejor para los próximos 12 meses de calendario, y los 365 días reales.
