Opinión

¿Qué has hecho, Pedro?

Pedro, Pedro, mira que Satanás ha pedido zarandearos como si fuerais trigo; pero yo he rogado por ti, para que no te falte la fe. "Y tú, cuando te hayas vuelto a mí, ayuda a tus hermanos a permanecer firmes". Eso se lo dijo nuestro amigo Jesús al Apóstol San Pedro cuando sabía que lo iba a negar tres veces. "Señor —respondió Pedro—, estoy dispuesto a ir contigo tanto a la cárcel como a la muerte". 

Pues eso está pasando. Pedro ha metido a Satanás, que quiere zarandearlo como si fuera trigo; y Cristo, que en este caso no sé quién es, pero imaginemos que es el pueblo soberano, Dios de la Democracia, le dice a Pedro: "Ayuda a tus hermanos a permanecer firmes". Es del Evangelista Lucas. Estas cosas me vienen de cuando recibí una formación religiosa y en mi familia había gente muy pía. Pues Pedro, decíamos, ha metido a Satanás con más de 50 escaños en el Parlamento. 

El comportamiento de Pedro bien merece un reproche. Para quedarse peor de lo que estaba, hasta perdiendo diputados; para dar a su principal rival, el PP, la oportunidad de subir 22 diputados; para que Satanás pase de 24 a 53, para eso mejor era hubiera sido intentarlo de verdad en abril, cuando las cuentas le salían mejor. El aliado preferido del Apóstol Pedro, Albert Rivera, ha perdido 47 diputados, que son los que ganan Casado y Abascal. 

El resultado no es bueno para Sánchez. Es un pinchazo. La extrema derecha crece, el independentismo se va un poco más de España y el nacionalismo, más o menos moderado, recobra fuerzas. El llamado bloque de izquierdas sigue ganando pero el de derechas recupera posiciones. Frente a los 47 que pierde Ciudadanos, entre PP y Vox, suben 50. 

Los partidos nacionalistas e independentistas, sólo en Euskadi y Catalunya, suben 3, y a eso hay que sumarle el diputado merecidísimo del BNG y los de otros nacionalistas, regionalistas y localistas, ahí está Teruel demostrando que existe y vive entre nosotros. No creo que fuera eso lo que esperaban Sánchez y sus gurús. Si podía existir un Parlamento más endiablado que el anterior, es éste. Si antes Sánchez tenía que pactar con tres o cuatro formaciones, ahora son siete u ocho, y eso con un PP muy fortalecido y con un Vox que va a actuar como si tuviera mil millones de diputados. 

Tal como quedan las cuentas hay dos opciones: que el PP se abstenga para que gobierne Sánchez, cosa complicada, o que Sánchez busque un pacto que no quiso entre abril y septiembre con UP y todas las fuerzas nacionalistas. Mucho me temo que se impondrá el gran pacto PSOE-PP. Lo otro es más difícil, pues los nacionalistas se mostrarán tan dispuestos como crecidos y por tanto exigentes. Ésa fue la jugada de Sánchez, la de ponernos a todos y a sí mismo las cosas más difíciles. 

Galicia ha expulsado a Ciudadanos y ha frenado a Vox. El actual escenario no es el soñado por Feijóo, que debe decidir en pocos meses cuándo hay autonómicas y si se presenta o no con un PP que gana por los pelos en nuestro país pero empatando a diputados con el PSOE y consiguiendo solamente 10 de los 13 en juego. Galicia queda configurada como una plaza con tres partidos de izquierdas consolidados entre ellos un BNG en evidente crecimiento frente a un PP que, pese a crecer y ganar, no sale fortalecido. Con los porcentajes obtenidos, Fejóo sería barrido en unas autonómicas: 32% del PP frente al 51% de sus tres rivales.

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