Opinión

La Montealta

Mi tía abuela Carmen, La Montealta, como la conocemos en casa, hoy tendría 117 años. Sé a ciencia cierta que le emocionaría saber que el negocio que ella abrió en 1967 sigue abierto. Aquel ultramarinos es el negocio más longevo de un pueblo donde todo ha ido cerrando: la mercería, la panadería de Tito, la zapatería, la ferretería... Solo queda un súper, hoteles y bares, muchos bares. La Montealta, una mujer soltera, emprendedora y longeva —murió en 1999 a los 94 años—, hoy fliparía al ver cuántos fans tiene su tienda. Como el niño que hace unos días nos confesó maravillado: "¡Es como el bolso de Doraemon!".

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