Blog | Patio de luces

La semana

TERMINA una semana intensa. Ayer finalizaban las pruebas de acceso a la universidad mil quinientos chavales que se examinaron en Lugo y Viveiro. No lo han tenido nada fácil. No ha sido para ellos un año normal. Ni mucho menos. No han podido terminar el curso y han visto como los exámenes eran aplazados sin fecha a causa de la pandemia. En un momento realmente importante para su futuro, se han visto confinados en sus casas, con los libros abiertos y la incertidumbre que provoca no saber qué sucederá mañana. Pendientes siempre de decisiones que podrían influir de forma importante en sus vidas sin la menor capacidad de respuesta. Si la selectividad siempre es puñetera, por la necesidad de gestionar los nervios para jugarte en un par de días el trabajo realizado durante el bachillerato, lo de este año ha sido mucho peor. Ha puesto a prueba la templanza de los alumnos, su capacidad para organizarse y el ánimo necesario para no dejarse vencer por el desaliento. Además, han tenido que examinarse en unas condiciones especiales, con escrupulosas medidas de seguridad y con la mascarilla puesta en todo momento. Sin duda, en una situación que en modo alguno contribuye a fomentar la tranquilidad necesaria para abordar una reválida de este calibre. Tienen mucho mérito. Ojalá que aquellos que se han esforzado de verdad lleguen a la meta. Que puedan entrar en la carrera que querían y, una vez dentro, que no se arrepientan nunca de su elección.

Sin duda ha sido una semana intensa. La pandemia lo ha puesto todo patas arriba. Normalmente, cuando llegan los primeros días de julio, más o menos la mitad de la gente está disfrutando de sus primeros días de vacaciones.

En ello andaban muchos lucenses que tienen una segunda residencia en A Mariña cuando la Consellería de Sanidade tomó la decisión de cerrar durante cinco días la comarca. Algunos hicieron la maleta de forma precipitada y regresaron el domingo por la noche a sus domicilios habituales ante el temor de que la cosa fuese a peor y hubiese que prorrogar el confinamiento por tiempo indefinido. Este brote de coronavirus, más allá de las consecuencias que pueda tener para la salud de las personas, ha sido una ruina para la economía local. De forma especial para aquellos sectores vinculados al turismo, que disfrutan en los meses estivales del momento de mayor actividad del año.

En este verano atípico llueve sobre mojado en la costa de Lugo. También han sido días complicados para los trabajadores de Alcoa. La emergencia sanitaria les ha impedido continuar con las masivas movilizaciones en defensa de sus puestos de trabajo que han sido respaldadas de forma mayoritaria por los vecinos de comarca. Han tenido que reorganizarse para evitar que su voz se apague en un momento crucial para el futuro de la planta de aluminio primario. Tienen claro cuál es el único camino para mantener viva la esperanza ante un futuro incierto. Parece que hayan hecho suyo el discurso de Churchill, "lucharemos...lucharemos en las playas, lucharemos en los aeródromos; lucharemos en los campos y en las calles; lucharemos en las colinas; nunca nos rendiremos...Llegaremos hasta el final". A Mariña sálvase loitando.

Y estamos en el último suspiro de la campaña electoral para las elecciones autonómicas del domingo. La proximidad de unos comicios lo condiciona todo. De hecho, el mensaje de los partidos políticos que aspiran a desalojar a Feijóo del poder se ha focalizado estos días en ese brote de coronavirus que afecta a la comarca de A Mariña. Da igual el lugar desde el que hablaran los candidatos. Ha sido el tema recurrente. Uno para defender su gestión y los otros para cuestionarla. El asunto ha provocado incluso un cisma entre los alcaldes mariñanos. Sin ninguna sorpresa, por cierto. Nada de suspense. Todo muy organizado. Socialistas y nacionalistas, todos, piden que las votaciones sean retrasadas en el distrito sanitario y acusan a la Xunta de irresponsabilidad. Los populares opinan que esa petición genera un alarmismo injustificado con el único afán de rascar votos. Sin fisuras en ninguno de los dos bloques. Todos dicen que la política no puede estar nunca por encima de la salud de sus vecinos. Reconforta oírlo.

La Xunta Electoral de Galicia ya se ha pronunciado. Entiende que "mientras las actividades administrativas, económicas y sociales se desarrollen con normalidad", también pueden celebrarse elecciones. Y eso es lo que pasará el domingo, para poner fin a una semana intensa.