Opinión

2021, un año de película

No sé a ustedes, pero a mí la cifra del año que termina, contemplada en abstracto, me sigue sonando a título de novela o película de ciencia-ficción. Tal vez sea porque en mis años mozos la mayoría de los filmes y textos futuristas se ambientaban en el siglo XXI, y me ha quedado esa impronta desde entonces. Pero por otra parte, es curioso que el año que concluye ha tenido no pocos elementos en común con algunas anticipaciones literarias o cinematográficas; permítanme record arles algunas.

En primer lugar, la pandemia, digna de cualquier superproducción de tipo catastrofista. Hemos vivido estos pasados doce meses en una especie de montaña rusa a causa de las sucesivas olas del covid-19, con sus crestas y sus valles: sufrimos lo peor en enero y febrero, empezamos a relajar en primavera con la inoculación masiva de las primeras dosis de la vacuna, volvimos a apretar los dientes en verano con la quinta ola, pero de nuevo en otoño y gracias a la administración generalizada de la segunda dosis, vivimos una suerte de oasis o tregua en la que el peligro parecía haberse esfumado, para encontrarnos, justo antes de Navidades, con una galopante sexta ola y una variante ómicron que en estos momentos no hace sino extenderse por doquier, sin que sepamos todavía si va a echar por tierra todo lo logrado o si por el contrario su propia capacidad de contagio conseguirá por fin crear una «inmunidad de rebaño» tan amplia que propicie la terminación de la pandemia. En todo caso, ha sido un año de lucha titánica del ser humano, por medio de la ciencia, la organización sanitaria y la colaboración ciudadana, contra una enfermedad de proporciones universales.

No menos inverosímiles y dignos de narraciones épicas propias del cine o de la literatura han sido otros acontecimientos, como el asalto al Capitolio estadounidense perpretado por enfervorizadas masas pro-Trump el 6 de enero, o el desastroso final de la guerra de Afganistán en agosto, con la precipitada y caótica retirada de los ejércitos de ocupación, el abandono a sus suerte de gran número de colaboradores y de la totalidad de las mujeres afganas, y la entrega incondicional del país a los mismos talibán que ya estaban en el poder cuando se produjo la invasión estadounidense en 2001, como si nada hubiera pasado en los veinte años transcurridos.

La guinda positiva de este 2021 de ciencia ficción la ha puesto el lanzamiento, del telescopio espacial James Webb, con el que se espera que la humanidad alcance a conocer mejor el Universo y sus grandes enigmas

A escala patria, de película española han sido situaciones como las creadas por la fallida moción de censura en Murcia, que de rebote condujo al súbito adelanto de las elecciones en Madrid, que a su vez ocasionaron la salida del gobierno de Pablo Iglesias y, en su lugar, el auge de Yolanda Díaz como nueva ‘estrella’ mediática de la izquierda del país. O el también irresistible ascenso de otra dama superlativa, Isabel Díaz Ayuso, capaz de enfrentarse al lucero del alba no solo entre sus enemigos políticos sino incluso, sin prejuicios, dentro de su propio partido, y de ir dejando por el camino todo un reguero de perlas verbales inigualables.

Más seria ha sido la alerta climática lanzada al mundo por el grupo de expertos de la Onu en su informe de agosto, y la escasa repercusión que sin embargo ha tenido en la Cumbre Mundial del Clima celebrada en Glasgow en octubre, a la que han faltado los líderes de China y Rusia, y cuyas descafeinadas conclusiones han dejado decepcionados a quienes esperaban un acuerdo más resolutivo para frenar en corto plazo las emisiones de CO2 responsables del calentamiento global según dicho informe.

Finalmente, y para no quedar con mal sabor de boca, la guinda positiva de este 2021 de ciencia ficción la ha puesto, en el día de Navidad, el éxito del lanzamiento, tantas veces aplazado, del telescopio espacial James Webb, con el que se espera que la humanidad alcance a conocer mejor el Universo y sus grandes enigmas, como la posible existencia de vida en otros sistemas estelares o el origen de las primeras galaxias.

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