LA POLÉMICA sobre la gestión de la Ora en la capital lucense no cesa. Que la falta de regulación del aparcamiento en la vía pública no contenta a nadie es un hecho, y que los avances para atajar el problema son prácticamente nulos, es otro. Al menos por una parte, el Concello ya puede respirar tranquilo, ya que TSXG acaba de avalar su renuncia al contrato de la Ora por estar obsoleto —zanjando así la batalla judicial con Doal— pero el asunto aún le deparará más de un sofoco. Y es que el gobierno local fracasó el martes por segunda vez en su intento de volver a contratar la Ora mientras el servicio no se municipaliza. La solución no se presenta fácil.
