Opinión

Vi unas luces en el cielo

EL LUNES hubo una efeméride importante: los 60 años del primer avistamiento de un ovni. Vaya por delante que soy un devoto creyente, como el Mulder de 'Expediente X'. Hasta tuve un pie en la revista ‘'Más allá'’. Tan dentro estuve que si no me fui con Jiménez del Oso fue solo porque la vida de estudiante en Madrid con 20 años me exigía dedicación a tiempo completo. Todos tenemos un pasado. Perfectamente podría estar hoy de productor en ‘'Cuarto milenio'’, inductor en los desvaríos de Íker Jiménez. En 1990 asistí a unas jornadas sobre el tema en un colegio mayor y aquel verano no paraba de ver extrañas luces en el cielo cuando volvía a casa y alguna noche que no recuerdo bien tuvo que ser porque fui abducido. No encuentro otra explicación. Al fenómeno ovni le pasa lo mismo que a los avistamientos de la Virgen: los protagonistas de los relatos no ayudan nada a la causa. Ahora solo me quedan dos clavos a que agarrarme. Uno de ellos es que si todo es una gran chorrada, ¿por qué tardan cuarenta años en hacer públicos los expedientes sobre el tema? El otro es de sentido común y lo verbalizó muy bien Carl Sagan: «Si estamos solos, ¡cuánto espacio desaprovechado!».

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