UNA VEZ en un partido de baloncesto me vi en esa tesitura de tener que tirar un tiro libre a fallar. Aunque se te dé bien sobre el papel, mentalizarse es otra cosa. Cuando ya estaba en la línea, a uno del otro equipo se le desató una zapatilla, así que el árbitro no me dio el balón. No sé qué aficiones tendría el chico, pero ninguna relacionada con la náutica. Tardó tanto en hacer el nudo en su zapatilla que se me hizo a mí uno en el estómago.
Tirar a fallar es parecido a escribir para no gustar adrede a quien lo lea. Por eso respeto muchísimo a quienes son capaces de escribir un truño siendo capaces de confundirse con Cortázar. Me acordé de todo esto viendo la voladura de esa presa en Ucrania. ¿La hizo alguien contra su voluntad? Si fue así, hay que admitir que lo disimuló muy bien. Los rusos de disimular van algo justos. Dicen lo contrario de lo que piensan y hacen, pero se les nota tanto que da la sensación de que en cualquier momento se van a echar a reír. Aunque nunca sabes si es por el vodka.
Los ucranianos parecen otra cosa, pero desde luego no totalmente inocentes. ¿Quién lo hizo? ¿Quién está ganando y quién está perdiendo? Vi a un señor tirando de una vaca con el agua por las rodillas. Ya le digo yo que ese fijo que va perdiendo.
