Opinión

Un año de bienes

MI ABUELA Ginesa decía un refrán, que no recuerdo, sobre algo relacionado con días como el de ayer. Si la primavera empezaba con nieve, esa era la garantía de grandes prodigios durante el resto del año. Yo siempre presté mucha atención a lo que decía mi abuela, que era una mujer sabia pero no culta, por eso le gustaba a la gente y la gente le gustaba a ella. Y por eso me entristecí mucho cuando inventaron el wifi. Porque repetía un mantra que a su vez le había repetido su abuela a ella: "Cuando no haya hijos para padres y el cielo esté lleno de cables, se acabará el mundo". Solo con ver el Telediario le resultó sencillísimo interpretar que se estaba cumpliendo la primera premisa de esa profecía. Pero lo de la wifi los pilló en fuera de juego. Poco a poco los cables van desapareciendo. Yo, que soy de clase media-baja, estoy en la cocina con el ordenador y puedo imprimir algo en la impresora que tengo en el salón. ¿Qué lección se puede sacar de esto? Que tal vez aquellas gentes fuesen buenas con cosas de la Naturaleza y no tanto con cuestiones vinculadas al internet de las cosas. Por eso me alegró el día tan penoso que hizo. Me recordó a mi abuela y me hizo creer en un año de bienes.

Comentarios