ACABA DE finalizar la Feria de Muestras de Vegadeo, a la que fui infinidad de veces, y me da un poco de pena el recuerdo más impactante que guardo de ella: nunca hay donde aparcar. Hay que irse del pueblo, en sentido literal. Un año en que iba yo a trabajar vi un hueco en pleno centro. Tan céntrico, de hecho, que pasé de largo dando por hecho que no podía ser. Di varias vueltas, volví a pasar por el mismo sitio y de nuevo me alejé dándolo por imposible. Cuando pasé por tercera vez me crucé con un coche que aparcaba agradecido. Mi primer instinto fue recriminarle el feo al señor: yo lo vi primero. Pero comprendí que hay que aceptarlo: a veces las cosas son lo que parecen. Como aquel día en Vegadeo, le di varias vueltas al debate del jueves en Antena 3, ese diseñado solo para mujeres, y creo que es justo lo que parece: una machistada. Todos hacemos payasadas alguna vez en plena feria de muestras como besar a señoras mayores o hacer carantoñas a bebés llorones, pero prestarse a ese juego a cambio de hora y media de prime time me parece bastante deprimente. Eso sí, mandan a un tío a moderar porque es justo lo que parece: ha de quedar claro quién manda aquí.
