MI AMIGA y excompañera Susana López Montes da el pregón del Mercado de Primavera en Ferreira. No es cosa menor, que diría Mariano. Está algo nerviosa y lleva tiempo preparándose, aunque seguro que lo bordará. A ella sí le vino bien ese trampantojo al que llamaron moción de censura. Lección más importante para la Susi y todos los pregoneros que en el mundo habrá: No te flipes. Sea lo que sea lo que vas a decir no es tan importante como para tener que decirlo en hora y cuarto.
Otra lección: entender a qué vas. Ya sabemos que Pedro Sánchez es un gobernante de tamaño muy inferior a Franco y que si fuese por Irene Montero los violadores estarían subvencionados por el Estado porque nos taladran con eso a diario. Se trataba de que nos explicasen qué harían al respecto, no de darle al disco rallado. Susana no debe soltar una chapa de la belleza otoñal. No. Hay que centrarse: Primavera. O sea, flores, alergia y hormonas alteradas.
Última lección: no fantochear con lo que no eres. Ni Tamames vino a salvarnos ni le gusta especialmente el Parlamento. No debió haber aceptado ser pregonero de una primavera avinagrada. Susana, en cambio, será la alegría de la huerta.
