AL FIN vamos a enterarnos de a qué vino aquel peloteo de Pedro Sánchez a los marroquíes que tanto enfadó a tanta gente. Algunos eran amigos genuinos de los saharauis y otros no tenían la menor idea de nada pero practicaron la máxima que rige la política: "Atiza, que algo queda". Así que permanezcan atentos a sus televisores a partir de las cuatro de la tarde. Si ven a un delantero marroquí mandar a Jordania un balón en la línea de gol, ese es un tanto que se anota Pedro Sánchez y la respuesta a para qué sirven los asesores. Pues para adivinar quién nos va a tocar en el cruce de octavos de un Mundial y tratar de arreglar las cosas.
De momento ya dejamos fuera a Alemania sin que pareciese sospechoso. Nos metieron un gol de alta política pero dejamos que los japoneses hiciesen el trabajo sucio y ahora ya no hay ni japoneses ni alemanes, que están bien para rescatarte bancos pero en un campo de fútbol son un incordio. Pedro sabe de sobra que ganar un Mundial prácticamente te garantiza la reelección, como le pasó a Rajoy. Yo no lo descarto. No por nuestra suerte en el campo, sino por la de Pedro Sánchez. Varias veces parecía que lo iban a golear y siempre los pilla en juera de juego. Y ahí sigue el tío, todo un campéon.
