Opinión

A dos mil años vista

NUNCA TUVO la Onu tanto protagonismo como cuando sirvió de escenario para que Cary Grant luciese el traje perfecto, como siempre, en Con la muerte en los talones. Ahora acaban de hacer lo que ellos llaman el aviso definitivo sobre el cambio climático. Van muy en serio y apuntan con el dedo a los políticos. Así que con el tino que les caracteriza les avisan de que en dos mil años el nivel del mar aumentará dos o tres metros. Dos mil años. En un informe para políticos.

Cómo se nota que a la Onu se entra por oposición. Cualquiera sabe que a un político no le interesa nada que exceda dos o tres mandatos. Si se le habla de dos o tres décadas le salta un zumbido molesto, si se le mentan siglos ya no está escuchando y si se habla de milenios ya ni siquiera está. No acaban de entender que o dicen que en dos años el mar anegará Central Park, que un incendio devorará Disneyland y un rayo partirá en dos la cara del presidente Lincoln en el monte Rushmore, o no tienen nada que hacer. Por ahora el deshielo de la Antártida lo usan para los gin tonics y el de Groenlandia para unas urbanizaciones chulas. Y a los osos polares les ven una utilidad muy limitada. A los últimos ejemplares que los proteja la bisnieta de Greta Thunberg. No es asunto nuestro.

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