COMO LE pasa a todo el mundo, tengo un amigo que es muy exagerado. Cuando teníamos trece años nos juró sobre siete biblias que tenía una bola del mundo hinchable que no cabía en el aula del instituto. Era un aula como de tres metros de alta. Aunque se nos escurría, le acabamos arrinconando para que un domingo por la tarde que hacía muchísimo frío nos la enseñase. Subió a buscarla a casa y a los dos minutos bajó, pero con las manos vacías: "Es que está pinchada". El Rey, el nuevo, me recordó a mi amigo cuando se reunió con los sefardíes, que son una comunidad judía, casi todos turcos, que fue expulsada de España nada menos que en 1492. Pues 523 años después el Rey les espetó: "¡Cuánto os hemos echado de menos!". Él enfatizó la frase que algún idiota le escribió como si se la creyese y ninguno de los presentes pareció indignarse ante semejante disparate. Alguien debería decirles la verdad: que en España casi nadie sabía de su existencia hasta que los citaron de pasada en la serie Isabel' Ya que no es el caso, al menos no deberían insultarlos. Y es que el lunes, como aquel domingo de 1984, hacía muchísimo frío.
