Opinión

Lo que hay que tener

COMO NO convivo con ellos, las cosas que quieren los ricos me parecen estupendas. Tita Cervera dijo el otro día que querría tener más privacidad. Ya. Y yo querría tener un museo en el centro de Madrid. Florentino Pérez quiere tener un galáctico que haya nacido para jugar en el Real Madrid. Yo me conformaría con tener la cama de pinchos de un faquir desde la que mirar a sus estrellas. Me gustaría tener un péndulo para ponerlo ciego de benzodiacepinas y ver si sigue tan acompasado. Y si no puede ser tener un reloj de arena lleno de gravilla. O si tampoco es posible tener una clepsidra de anamantium, que es el metal líquido que le introdujeron en los huesos a Lobezno en 'X Men' y comprobar si aún así sigue dando la hora, aunque no sea en punto, o atrasa como los Casio de los 80 cuando les flojeaban las pilas. Soy tan pobre que me gustaría tener muchas más cosas que a los ricos, singularidades como tiempo libre, opiniones erróneas, estrategias de partido, cuatro o cinco fechas de cumpleaños, un caballo purasangre de un pueblo de Córdoba que sepa hacer payasadas con las patas. Pero sobre todo tener lo que ellos tienen: pasta de sobra para vivir sin dar golpe hasta el día en que la palme.

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