Opinión

Historias menudas

COMO AFICIONADO a las pequeñas historias imprevisibles, una muy buena es la del equipo jamaicano de bobsleigh (ese deporte de invierno consistente en lanzarse en una especie de trineo por un tubo a toda pastilla) que contra todo pronóstico consiguió participar en los juegos de invierno de Calgary en el año 88. Me acuerdo de aquellos días y las cámaras enfocando primeros planos de sus rivales que les miraban entre incrédulos y divertidos. Se les heló la sonrisa cuando en una curva el trineo se salió y el público saltó en tromba a ayudarles. Los que estábamos viéndolo comprendimos al instante que ya daba igual lo que pasase en la carrera: habían ganado los jamaicanos dijese lo que dijese Samaranch. Y así fue. Este tipo de historias no son tan infrecuentes como se nos quiere hacer creer. Ayer mismo una especie de hormiga gigante a la que llaman Atlético de Madrid se enfrentaba a ese elefante que es el Bayern de Munich. Te guste o no el fútbol, es difícil no empatizar con esa tropa ardorosa y disciplinada hasta la extenuación que dirige Simeone. Hoy por hoy les pasa como a los jamaicanos y da igual lo que diga Florentino Pérez: ellos ya ganaron.

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