AL FINAL Newton tenía razón y hay cosas que caen por su propio peso. Hay tanta gente en India que acabaron por ir buscándose sitios en los que meterse. Ampliaron horizontes y pusieron rumbo a un territorio con espacio sobrante. ¿La España vacía? No, la Luna. Fue una carrera con sprint final apretado, al más puro estilo Adrián Ben, contra chinos y rusos. Y ganaron ellos. A los rusos las nave les desapareció. Esta vez no echaron la culpa a los ucranianos, aunque su Estado Mayor no descarta nada.
Los chinos aún no llegaron. Les pasa como a las cosas de Ali Express. Por lo que sea, ahora tardan un poco más en llegar que hace año y pico. A lo mejor es a eso a lo que se refieren cuando dicen que China se está frenando. La consecuencia es que habrá indios en la Luna y pueden hacerse con un porrón de agua congelada. ¿Para qué la quieren? Buena pregunta.
Si la traen a la Tierra tal cual les vendrá bien para refrescar a los turistas que hacen cola para ver el Taj Mahal. Si la dejan allí, le echarán tres especias picantes y dejarán un cartel avisando de que una pica una barbaridad. Pero siempre habrá un astronauta americano que hará una broma antes de probarla. Entonces verá lo que es perder la carrera espacial.