NUNCA SABES cómo tomarte el día de hoy. ¿Una fiesta del trabajo? ¿En serio? Por no hablar de los que trabajamos y no nos queda otra que tomárnoslo a recochineo. No sé por qué, pero me resulta inconcebible que se dedique un día al trabajo. Si realmente quieren hacer algo por los trabajadores, que sea una semana a gastos pagados en Argentina; y si quieren convertir en realidad el cuento ese de que dignifica, que lo dignifiquen con otra semana a gastos pagados en Uruguay. La dignidad gana una barbaridad cuando la aliñas con ostras y champán. Sé de buena tinta que las ostras tienen muchos detractores, pero tienen muchísimos más los madrugones a las siete y el Iva trimestral. En cuanto al champán, aquí de paladar andamos regulín, así que le damos sin problema al cava catalán. Sobre todo ahora que trasladaron sus sedes fuera de Cataluña. Eso fue un cambio radical que les supuso un trabajo extra, con lo cual es de suponer que les aportó dignidad extra.
Yo, como un eremita cualquiera del siglo I antes de Cristo, espero la llegada de un profeta que nos libere, un Carl Marx del siglo XXI que sustituya El Capital por La ausencia de Capital. Al fin tendré algo que festejar.
