LO PEOR de la dictadura de la imagen es que es una dictadura y es de la imagen. Hace justo una semana tres diputadas del Parlamento catalán rompían una foto del Rey. Fueron portada de todo lo que se podía ser y recibieron su consiguiente ración de griterío ensordecedor. Ayer el más alto tribunal de la Unión Europea dictó que los bancos y cajas tienen que ir aflojando lo que cobraron de más por las cláusulas suelo. Aquí, el Tribunal Supremo había dicho que bueno, que son unos ladronzuelos, pero que no lo devuelvan todo o sería el acabose. Como mucho, entre todos tendrán que devolver 5.000 millones. Solo el rescate de Bankia costó 22.000.
Eso sí, salió el portavoz de no sé qué asociación de bancos diciendo dos cosas: a ver qué es eso de que un tribunal de la UE le enmiende la plana a un tribunal ¡español! Y que ya veríamos lo que se paga. Lo dijo repantingado en un sofá con una sonrisa de sobrado en la jeta que me hubiese encantado borrarle. Y viéndole allí me pregunté: ¿Quién es más antisistema: las chicas ingenuas del otro día o el pájaro este que pide abiertamente que no se cumpla lo que dicta el más alto tribunal de la UE? También pensé otra cosa: ¡Hay que joderse!
