Opinión

El ladrón de bicicletas

EN LUGAR DE morrearse, hacerse los indignados o montar astracanadas, Sus Señorías podrían emplear el tiempo que tan generosamente le remuneramos en algo útil como ir a charlar con Adrián Manuel Moreno. Les contaría una historia singular: robó una bici en 2008 y ahora debe ir diez meses a prisión porque tenía un delito de allanamiento de 2003. Verían que ahora está casado, tiene trabajo fijo y dos hijos. Está bien que la gente purgue sus pecados porque a nadie le gusta que le manguen la bici, eso es así. Pero los diputados tal vez podrían explicarle cómo es que por robar una bici te caen diez meses pero por afanar millones y millones te caen cuatro o cinco años de los que cumples uno en Soto del Real y otro desde casa siempre y cuando se den una de estas dos circunstancias: que seas un cabeza de turco o que seas tonto del culo. O las dos al mismo tiempo. Eso sí: te quitan el pasaporte. Nuestro código penal es inflexible con las chorradas. Más concretamente podrían explicarle al caco temible qué tienen pensado hacer al respecto. Y ya que se reúnen con él, que le quiten también el pasaporte, no sea que huya en la bicicleta a un paraíso fiscal.

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