Opinión

El cambio no es solo de hora

BIENVENIDO A la columna que nunca hizo el Bloque Nacionalista Galego. Andan tan ocupados cambiando de nombre que se les pasan esos detalles que en realidad deberían configurar su esencia. El otro día su archienemigo, el Moriarty de Sherlock Holmes, el Wyoming de Esperanza Aguirre, o sea, la ministra de Empleo del PP, Fátima Báñez, lanzó una tormenta de ideas para crear un mundo mejor. Aunque trascendió lo de dejar de trabajar a las seis de la tarde (¡qué sentido del humor tiene esta mujer!) había por ahí otra propuesta que la ministra robó descaradamente al BNG: asumir el horario de Portugal. Cuando fueron ellos los que lo propusieron fueron objeto de todo tipo de escarnios, mofas públicas y señalamientos con el dedo. Lo propone el Gobierno y la reacción fue solo de dos tipos: o nula, o algo así como «pues vale».

El martes Xosé Touriñán hizo un monólogo alucinante en ‘'El Club de la Comedia'’ que arrancó ironizando sobre la pronunciación de su nombre fuera de Galicia. Venía a decir que en Madrid pronuncian perfectamente Shakira y se lían con Xosé. Pues esto es igual: si lo decimos aquí es una burrada; si viene de una ministra, es una decisión estratégica.

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