En Vox no tienen un foco sobre ellos porque dicen que les iluminan con luces que no les favorecen. En la campaña andaluza vetaron a TVE, ABC, El Mundo, El País o La Ser, por citar alguno menor. A Macarena Olona, en cambio, le chiflaba ir a El Toro TV y los artículos de OK Diario.
Pero cuando el domingo se alegró tanto por haber detenido a las hordas rojas, dijo que no ganó porque no la sacaban en TVE, ABC, El Mundo, El País o la Ser. Si le dan un puro y le pintan un bigote la confundiríamos con Groucho Marx. Sí, Marx.
Pero la cara de vinagre de Macarena Olona venía de que, aunque sea para disimular, ahora tendrá que tirarse unos meses en Andalucía. Justo ahora, con el calor que hace en su tierra de toda la vida. Un medio decente le preguntó si volvería a Madrid si se lo pide Abascal. Y dejó una frase de alta política: "No puedo asegurar cuáles serán los designios de Dios".
Ese dios con camisas una talla menor a la suya se apiadará de ella y si está en agosto en Andalucía no será en Tabernas, sino en Marbella, y la subirá al cielo de Madrid en 2023. Un dios que tronará: "¡Macarena!". Ella responderá: "¡Presente!". Y le dará un único mandamiento: "Dale a tu cuerpo alegría Macarena". Y a Macarena ya no le quedará otra que contestar: "¡Eeeey!".
